CFK hunde al peronismo en una doble y profunda crisis
Política

CFK hunde al peronismo en una doble y profunda crisis

La ex presidente apunta a Kicillof por el duro golpe electoral del domingo pasado. Y se muestra ajena a la derrota general. Eso precipita la pelea de fondo dentro de la franja K, en el escenario bonaerense. Y también repone viejas tensiones con jefes provinciales del PJ

Con un nuevo documento desde San José 1111, Cristina Fernández de Kirchner gatilló sin vueltas la crisis profunda y por partida doble del peronismo. La ex presidente dedicó casi todo el texto al golpe electoral recibido en la provincia de Buenos Aires y muy de costado añadió consideraciones nacionales sobre el domingo de derrota. Dejó a la vista el grado de enfrentamiento en las propias filas del kirchnerismo, cargó las culpas sobre Axel Kicillof y, de hecho, dejó una advertencia para el puñado de gobernadores del PJ, algo que sin dudas repone las tensiones entre jefes provinciales y lo que fue su estilo de conducción, ahora achicado en todo sentido, no sólo territorial.

La reducción del análisis sobre el resultado electoral resultó, a la vez, un virtual reconocimiento del deterioro que enfrenta el peronismo, un proceso en el que CFK tiene responsabilidad central, aunque se mostró ajena a lo ocurrido. No es en sí mismo algo original. En cambio, es llamativa la disputa en el núcleo de lo que puede ser definido como peronismo/K. Eso, por extensión, envuelve en la interna a todo el PJ bonaerense, empezando por los intendentes, y sacude al PJ nacional.

La batalla, desde antes del desdoblamiento de las elecciones en Buenos Aires, marcó un punto sin retorno cuando el gobernador puso en marcha abiertamente su proyecto 2027. Y los resultados de los dos comicios, en la superficie contradictorios, abrieron una discusión sin antecedentes en la larga etapa K del justicialismo: está claro una vez más el peso electoral del peronismo bonaerense en la proyección nacional -aún en la derrota-, pero ese capital ya no sería propiedad exclusiva de la ex presidente. Eso entró en crisis.

Dicho de otra forma: quedó golpeada la afirmación según la cual “sin Cristina” resulta imposible imaginar chances para el peronismo. La base electoral, calculada en un 30 por ciento de votos, ya no parece “propiedad” exclusiva de CFK. Se lo discute Kicillof, a pesar de que arrastra sus propias limitaciones en el terreno nacional. El interrogante es si esa pulseada alimentará otros movimientos de gobernadores, que revalidaron títulos a pesar del avance de LLA.

Ya antes de la declaración de la ex presidente, habían asomado síntomas de la batalla en el PJ bonaerense, algo que incluye y supera la permanencia de Máximo Kirchner como presidente del consejo partidario. Puede ser un ámbito de batalla o convertirse en una formalidad, porque la tendencia real va a ser definida por el modo en que se vuelquen los intendentes, básicamente los del GBA.

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